No hay nada para festejar. Fueron 1000 días para el gobierno de Ricardo Quintela, como así también para Alberto Fernández. No es un hito por lo que se vive en la calle y al que se enfrentan los riojanos y los argentinos.
A fines de agosto del mes pasado, los especialistas privados consultados por el Banco Central (BCRA) para el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) habían proyectado que la inflación a fin de año se ubicará en 95%, o sea, unos 4,8 puntos porcentuales por encima del pronóstico de la encuesta previa. Quienes mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo esperan en promedio una inflación de 99,4%.
Para agosto, la mediana de las estimaciones del relevamiento se ubicó en 6,5% mensual, mientras que el promedio del TOP-10 de los mejores pronosticadores la estimó en 6,8%. Esto implica que el dato difundido hoy por el organismo estadístico está por encima de las estimaciones.
El plan Circo sin Pan riojano se lo devora la inflación. En el noroeste argentino (NOA), que incluye a La Rioja, la inflación fue del 7,6% en agosto, mientras que asciende a 79,9% en forma anual. En lo que va del año llega a 58,1%.
El Gobierno de Quintela insiste que no alcanza los fondos para aumentar los salarios estatales, con el fin que superen la línea de pobreza.
Sin embargo, no se baja del Plan Circo sin Pan al anunciar una grilla artística por el Día del Estudiante con L-Gante y Nicki Nicole y además el partido de fútbol entre River Plate y Patronato a fines de este mes en el estadio local.
Es preocupante y para prestarle atención que el número de la inflación en Argentina ya perforó el récord que dejó Mauricio Macri al cierre de 2019 (53,8%), el salto de los precios más elevado en más de casi 30 años, o sea, el registrado tras la hiperinflación (1991).
La página de Eduardo German 