La Legislatura está de vacaciones hasta el primer día hábil de marzo. Los legisladores se pasean entre selfies y comidas. El Gobierno definió que febrero será bien chayero para hacer olvidar las penas.
El Gobierno está cómodo: todos los meses recibe más de $14 mil millones en efectivo de coparticipación, y tras un par de gestiones llegan los recursos extras y para gastos de funcionamiento se destina la recaudación propia. Casi $18 millones para chayar por mes. Más no se le puede pedir a la administración de Alberto y Cristina.
En La Rioja, el oficialismo tiene todo planchado debido que la mediocridad ganó la política oficial. Cada funcionario trata de mantener su cuota de poder y recursos, mientras que el común de la sociedad trata de llegar a los 20 de cada mes. Eso sí, son los que los votan.
En ese mismo clima están los diputados Justicialistas que el año pasado ya cumplieron: sancionar la ley de necesidad de la reforma de la Constitución provincial. Con eso pueden tirar hasta la finalización de su mandato. Es más están de licencia hasta el 1 de marzo cuando comienzan las sesiones ordinarias en la Cámara de Diputados. Muchos regresaron de sus merecidas vacaciones y muestran la gestión de la selfie (que es sacarse fotos) y disfrutar de comidas estatales. Eso les alcanza y sobra para hacer creer en sus departamentos que están trabajando.
Este miércoles lo hicieron en la cumbre política de Armando Molina en la Residencia Oficial, que pagamos todos, con el fin del quintelismo para hacerlos partícipes de la estrategia electoral. Ya el gobernador Ricardo Quintela lo tiene definido porque tiene la llave de la caja. O sea vacío de contenido político todo en una provincia que dio un Presidente de la Nación. Pero es más fácil así y mal no les va.
La Casa de las Tejas también tomó el termómetro social y delineó que febrero será chaya más chaya, aunque se gasten más de $3 mil millones en el programa Fiestas Populares. La alegria hace olvidar las penas de ir al supermercado y más aún de comprar los uniformes y los útiles escolares por el inicio del ciclo lectivo.
Así se «comerá» otro mes del año para iniciarlo en marzo que tendrá la particularidad de ser electoral porque se define la continuidad del poder del mismísimo peronismo. Ya dio un aumento salarial y con eso los estatales deben tirar hasta que llegue otro.
Frente a ello se han plegado los intendentes que, a través de su silencio, validan que el Gobierno tenga cero gestión. El gobernador se reunió con Sergio Massa para invitarlo a La Rioja y también intenta hacerle llegar la invitación al presidente Alberto Fernández. La semana que viene se inaugurará el Parque Acuático en el final del verano. Dos semanas más y todos tendrán que ir a clases.
Hasta los jefes departamentales aceptan que todo se haga en la Capital y ellos sean los gameleros a la hora de buscar los votos para que un grupo de dirigentes se mantengan en la Casa de Gobierno.
La caja de Quintela es tan inmensa que no le alcanza el día para gastar los fondos frescos que llegan desde la Nación. Casi $700 millones diarios de libre disponibilidad en una provincia que cada día se nota más la diferencia de clase social. No hay que ser muy inteligente para transitar la avenida San Francisco o la zona del Parque de la Ciudad para darse cuenta de lo que está pasando en la República de La Rioja. Un grupo cada día más rico y otro cada día más pobre. Pero la culpa no es del chancho sino del que le da de comer.
La página de Eduardo German 