«Divide y vencerás»: una estrategia política con Quintela, Álvarez y Menem

Divide et impera, frase de dudoso origen atribuida al dictador y emperador romano Julio César, resume la estrategia con la que los gobernantes de nuestra provincia y quienes aspiran a serlo nos dirigen y alientan. Su plan consiste en indisponernos a los unos contra los otros. Consiguen su objetivo enfrentando a distintos colectivos, o echando a la sociedad en general encima de algún grupo en particular. Sobran ejemplos de ello y su número aumenta a medida que se acerca cualquier tipo de convocatoria electoral en la que se jueguen el puesto. 

La maniobra puede calificarse con distintos adjetivos excepto inocente, fortuita o casual. Ningún partido político tiene la exclusiva, todos se apuntan a practicarla. Se ejecuta a pecho descubierto, sin sutileza alguna. Ha sido muy premeditada y se vocea por todos los medios de comunicación. Su objetivo es que los ciudadanos levantemos el dedo acusador los unos contra los otros, llegando incluso a convertirnos en jauría humana a la caza de quien los politicastros indiquen.

Con ello tratan de desviar nuestra atención de la nube de miseria y podredumbre que les envuelve. Todo con tal de evitar que los gobernados les señalemos y les expulsemos, por su demostrada inepcia e ineficacia, de sus cómodas poltronas, de las regalías que disfrutan, de las prebendas asociadas al cargo, de los despachos públicos que utilizan como trampolines para futuras hazañas privadas.

Hay que recordar que en las últimas elecciones provinciales del 2019 fue otro éxito del modelo “divide y vencerás”. Allí salieron a competir Ricardo Quintela y Luis Beder Herrera por el peronismo oficialista y el peronismo disidente respectivamente, mientras que la oposición estuvo representada por Julio Martínez.

Quintela llegó a la Gobernación y Beder Herrera fue reconocido por su sacrificio (hay políticas intocables en el Gobierno, como las SAPEM). Y Martínez debió conformarse con su continuidad como senador nacional.

El 7 de mayo también se aplicará la misma estrategia. Habrá otros actores, aunque el objetivo es el mismo.

El actual gobernador va por la reelección por el peronismo y enfrentará a dos opositores que también son justicialistas: es el caso de Felipe Álvarez (Juntos por el Cambio), hoy socio del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y el otro es Martín Menem (Libertarios), alineado al diputado nacional Javier Milei.

De esa forma, la torta de los votos volverá a dividirse en tres para que nada cambie en la provincia. Quintela toma como propio el modelo que es “divide y vencerás” y con su piso electoral (que es del peronismo tradicional también) buscará garantizarse cuatro años más.

Mientras tanto, Álvarez y Menem discuten quien es el segundo por no haber dejado de lado el supuesto paraguas nacional de Larreta y Milei para priorizar un proyecto de poder común para arrebatarle la gobernación al viejo justicialismo de los bolsones, la entrega de dinero, es decir el modelo de la dádiva .

No es mucha la ciencia que se aplica para darse cuenta de que es evidente la estrategia que ya se dio resultados en otras oportunidades con Quintela-Rejal vs Maza-Beder y la oposición. Siempre hay tres actores protagónicos en la fiesta electoral para que el 8 de mayo de 2023 todo continúe como desde 1983.

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