Mientras los trabajadores de la educación y de la salud están con medidas de fuerza, el Gobierno de Ricardo Quintela le puso precio al voto al anunciar en forma unilateral un incremento salarial.
Quintela llamó a elecciones provinciales para el domingo 7 de mayo para todos los cargos e incluye la reforma de la Constitución provincial bajo el argumento que es para garantizar los servicios básicos a los más necesitados.
El ciclo lectivo no se inició formalmente en La Rioja, ya que el principal gremio docente pidió un aumento salarial de $35 mil. Se trata de la Asociación de Maestros y Profesores (AMP) que lidera Rogelio de Leonardi, quien tenía una buena relación con la actual administración debido que coinciden en las políticas nacionales de Alberto y Cristina.
Asimismo, los médicos de los hospitales y centros de salud públicos están con paro por tiempo indeterminado. Allí están bajo la tutela de la asociación APROSLAR.

Este martes cuando los trabajadores públicos marchaban por las calles de la ciudad, el gobernador anunció una mejora salarial que se cobrará horas antes de los comicios provinciales.
En ese sentido, dio a conocer un refuerzo salarial de $15 mil a Educación, Seguridad, Salud y Justicia; $12 mil a empleados estatales y $8 mil a los precarizados, incluyendo a los municipios.
Previamente, el propio gobernador se quejaba por la falta de recursos para atender las demandas salariales. Sin embargo, el Gobierno recibió más de $15 mil millones por coparticipación federal en marzo.
Según la consultora Politikon Chaco, cada riojano recibió más de $39 mil por recursos coparticipables; al tiempo que La Rioja acreditó más de $43 mil millones en el primer trimestre por el mismo concepto. Se trata de más de $112 mil por habitante.

El anuncio de Quintela tiene varias aristas. La principal es que le puso precio al voto con el propósito de garantizarse cuatro años más en el poder provincial. El precio ronda los $12 mil que estarán reflejados en los recibos de sueldos de los empleados estatales, claves para que el peronismo gobierne desde 1983 a la fecha.
El otro punto es que el gobernador aceptó el malhumor social más allá que el quintelismo intentó instalar el clima triunfalista de cara a las elecciones del 7 de mayo.