En el partido que Boca derrotó 1-0 a Ferro por los 16vos de final de Copa Argentina, gracias al gol del colombiano Sebastián Villa, en La Rioja, se vivió una insólita situación: ante la presencia constante de palomas, el jugador «Xeneize» Marcelo Weigandt le pegó a una de ellas sin querer y se generó una tierna situación. Al finalizar el encuentro, el lateral derecho confesó en una entrevista que se sintió mal por el hecho y se llevó una pluma de recuerdo.
Antes del inicio del cotejo, ya se observaban varias palomas a lo largo y ancho del césped, que incluso siguieron durante todo el encuentro. «Pobrecitas, estaban de mi lado y en el otro también. Y sin querer les pegué, me quería morir… Esperemos que sigan vivas. Todavía seguían ahí cuando terminó el partido, no les importaba nada. Tuvieron aguante como Boca…», manifestó el «Chelo» en charla con el cronista de TyC Sports, que a su vez le obsequió una de las plumas del ave, según El Destape.
Luego del divertido momento, el exjugador de Gimnasia Esgrima La Plata hizo un análisis del difícil rival que resultó Ferro: «Primero entramos dormidos, no éramos el Boca que veníamos siendo. En el entretiempo en el vestuario nos pusimos las pilas y salimos de otra manera, convencidos y nos pudimos llevar un triunfo para toda esta gente»
También aprovecho la oportunidad ante el micrófono para dedicarle un mensaje a los fanáticos boquenses que colmaron el Estadio Carlos Augusto Mercado Luna y el hotel donde estuvieron alojados: «Vamos a pelear por todo. El hincha de Boca está loco, ya sea acá o afuera del país, en las provincias. Fue algo muy hermoso lo que pasó».