La trastienda del baño de militancia libertaria en Córdoba: quiénes estuvieron presentes, ausencias y los gestos de Milei a sus ministros

El Presidente se mostró junto a su Gabinete en el acto oficial tras la crisis por la eventual salida de Posse; bajo perfil de los referentes de la oposición dialoguista y un té de despedida con Llaryora

Por Matías Moreno y Gabriela Origlia para La Nación

Cuando Javier Milei irrumpió en escena, Victoria Villarruel y los ministros del Gabinete nacional ya estaban sentados a escasos metros del pequeño estrado. Eran las 15.42 y el grueso de la militancia que se movilizó hasta la Plaza San Martín lo recibió con cánticos, aplausos y bocinazos. Con el bastón en la mano izquierda y la banda presidencial cruzada en el pecho, el Presidente encaró para el sector vip de los funcionarios. Se agachó raudamente y estrechó la palma derecha con Luis Caputo, que le devolvió el gesto con una sonrisa en el rostro. Luego, Milei saludó a Guillermo Francos y Diana Mondino. Pero esquivó a Nicolás Posse, el ministro coordinador, quien lo miraba con un gesto adusto en el rostro desde la segunda fila, donde quedó ubicado junto a Eduardo Serenellini, secretario de Prensa.

Pese a la incertidumbre de los últimos días por las versiones sobre posibles cambios de piezas en el Gabinete y la eventual salida de Posse, el Presidente evitó los faltazos de funcionarios de peso en el acto oficial por el aniversario de la Revolución de Mayo en Córdoba, en un intento de apaciguar los ánimos por la crisis en la cúpula del Gobierno libertario. De hecho, durante el regreso a Buenos Aires, se sacaron selfies en el avión para exhibir un clima de camaradería.

Patricia Bullrich (Seguridad); Mario Russo (Salud); Sandra Pettovello (Capital Humano) pulularon alrededor del escenario central. Al igual que Caputo, el vocero Manuel Adorni también dijo “presente” y se llevó una ovación de los feligreses. Cerca de Adorni estuvo Javier Herrera Bravo, secretario de Legal y Técnica. En cambio, no viajó Santiago Caputo, el estratega y asesor más poderoso del entorno de Milei. En las filas libertarias trasciende que Caputo, “arquitecto” del triunfo en las urnas, está enfrentado con Posse por lugares de poder en el Gobierno.

No estuvo Francisco Sánchez, el secretario de Culto, quien hace unos días quedó en el centro de la escena protagonizó en los últimos días una serie de polémicas por sus declaraciones contra el divorcio, el aborto y el matrimonio igualitario.

Salvo la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, todos los ministros volaron en el mismo avión y llegaron minutos antes que Milei a Córdoba. En ese vuelo también vinieron Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados, José Luis Espert, uno de las espadas del oficialismo en el Congreso, y Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei y operador todoterreno del oficialismo.

Del elenco libertario concurrió la mayoría de figuras leales a Karina Milei, como Gabriel Bornoroni, titular del bloque oficialista, Lilia Lemoine, María Celeste Ponce y María Cecilia Ibáñez. No estuvieron Ramiro Marra ni Marcela Pagano ni Oscar Zago. Todos ellos se enfrentaron con la hermana del Presidente, cada vez más influyente en la mesa chica del poder. “Hoy va a abrazar al pueblo”, anticipó Bornoroni en la antesala del acto.

En tanto, Villarruel, quien fue la primera de la comitiva en llegar al Cabildo donde se desarrolló el acto, viajó a Córdoba en un avión de la fuerza aérea. En cambio, Espert y Lemoine o los Menem se trasladaron con los ministros.

Los integrantes del Gabinete de Milei se ubicaron en las sillas que rodeaban el escenario. Posse quedó en la segunda fila. Villarruel y el gobernador cordobés Martín Llaryora, quien recibió silbidos del núcleo duro libertario, quedaron al lado, en el centro de la hilera.

Cerca de la vicepresidenta y Llaryora se sentó un grupo de legisladores aliados a la Casa Rosada o referentes de la oposición dialoguista. Si bien no se firmó el pacto con diez políticas de Estado que propuso el Presidente durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, debido a la demora en la aprobación de la Ley Bases en el Senado, la mayoría de los referentes territoriales de la oposición a Martín Llaryora en Córdoba no quisieron quedarse afuera del evento de Milei.

Hasta el viernes a la tarde, muchos de ellos revisaban sus mails o intercambiaba mensajes con personal de Ceremonial y Protocolo de la Presidencia para garantizarse un lugar en el palco de invitados. El Ejecutivo oficializó anteayer las invitaciones a los jefes de bloques del Congreso. Finalmente, Cristian Ritondo, titular de la bancada de Pro, no estuvo presente -no consiguió lugar en los vuelos- y envió en representación de la fuerza a Laura Rodríguez Machado, una diputada de confianza de Patricia Bullrich. Luis Juez, a cargo de Pro en el Senado y uno de los principales defensores de Milei en el Congreso, también tuvo un espacio en el VIP, frente a la Docta Histórica. Y se llevó un escrito con el discurso del Presidente. Mauricio Macri, en tanto, se quedó en Buenos Aires.

También concurrieron legisladores de la UCR, como Rodrigo De Loredo, jefe de la bancada del radicalismo, o Gabriela Virginia Brouwer de Koning. La pata legislativa del espacio de Juan Schiaretti, en tanto, estuvo representada por Alejandra Vigo (Hacemos por Córdoba). A su vez, concurrió Oscar Agost Carreño, quien integra el bloque de Miguel Pichetto, y la senadora Carmen Alvarez Rivero. Todos ellos cultivaron un bajo perfil durante el acto militante.

Milei se encargó de elogiar a Caputo en varios tramos de su discurso. Lo calificó de “crack” y “rockstar” por el resultado de su plan de ajuste. Y subrayó el éxito de sus medidas en la lucha contra la suba de precios. “Está domando la inflación”, celebró. Fue al único funcionario a quien le dedicó una mención a lo largo de su mensaje y logró que la gente lo vivara “olé, olé, Toto, Toto”, a lo que el funcionario -sentado al lado de Mondino- respondió haciendo un “corazoncito” con sus manos.

Al terminar el discurso, la mayoría de los funcionarios se escabulleron y se retiraron rápidamente de la Plaza San Martín. Sin embargo, Caputo se acercó a la gente, igual que Mondino. En la partida, Pettovello y “Lule” Menem dejaron el Cabildo tomados del brazo, mientras intercambiaban comentarios.

Al diputado Espert se lo vio de muy buen humor. Antes del inicio de la ceremonia, llegó a las vallas para conversar con la gente. “Es una fecha del pueblo, no partidaria, lo que está acá son las ideas de la libertad”, aseguró. Y reiteró la importancia de que se apruebe la ley Bases: “Durante la semana se va a sesionar en el senado. Para que salga la ley se están ajustando algunas cosas, yo creo que en un par de semanas van a estar las leyes”, concluyó.

Un té con Llaryora

Antes de regresar a Buenos Aires, Milei paso por El Panal, la Casa de Gobierno de Córdoba, donde Martín Llaryora le convidó un té. El mandatario local viajó desde Río Cuarto, adonde voló anoche para encabezar este sábado el acto central del gobierno provincial por el 25 de Mayo, hasta la capital de la provincia para acompañar a Milei en el acto por el frustrado Pacto de Mayo. “Es un acto institucional”, repetían en la previa de la celebración los colaboradores de Llaryora, quien espera con ansias la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Congreso para que Milei tenga las herramientas para gobernar y se haga cargo de la reactivación económica.

Atento al nivel de popularidad que mantiene el líder de LLA en Córdoba, uno de los distritos que volcaron su apoyo a Milei en las urnas en 2023 y fueron decisivos para la llegada al poder de los libertarios, pese a los efectos del plan de ajuste, Llaryora intenta exhibirse enfocado en la gestión y tiende puentes con sus pares provinciales, como el radical Maximiliano Pullaro.

Con el sostén nacional de Juan Schiaretti, aspira a reconstruir la “avenida del medio” con miras a las legislativas de 2025. En el peronismo cordobés comenzó a correr la idea de que Schiaretti se mude el año próximo para competir en la Capital, bastión de Pro. Llaryora promovería con sigilo el plan para tener una figura de peso en la Ciudad e incidir en el debate público a nivel nacional.