Entretenido en la organización de eventos, Ricardo Quintela se olvidó de hacer política en Buenos Aires. Creyó que apareciendo en las radios kirchneristas sería escuchado por Cristina Fernández, o por lo menos, le «vendieron» eso. La única verdad es la realidad: el gobernador está desesperado por los recursos extras para el año que viene.
Sergio Massa, actual ministro de Economía de la Nación, solo le garantizó $25 mil millones extracoparticipables en el proyecto de presupuesto nacional que está en discusión en la Cámara de Diputados, un reducto sin votos propios por parte del kirchnerismo.
Es más, la oposición amenaza con no sancionarlo sino el oficialismo avanza en la suspensión de las elecciones PASO.
El jefe de Gabinete, Juan Luna Corzo, dijo que la aspiración de Quintela es llegar a $50 mil millones extras para el año que viene.
Sin embargo, Massa colocó una cifra que no entusiasma al Gobierno de La Rioja y fue el diputado nacional kirchnerista, Ricardo Herrera, que lo dejó claro: sin fondos extras actualizados por la inflación no habrá acompañamiento legislativo riojano a la ley de leyes. Habló de no aceptar un ajuste.
Para el Gobierno, es clave los recursos nacionales coparticipables, extras y otros financiamientos, ya que La Rioja no produce nada y además el 2023 será un año electoral, que el propio oficialismo no descarta desdoblar los comicios. Fue el asesor de Gobierno, Pedro Goyochea, que lo oficializó, mientras que se trabaja en el proyecto de reforma constitucional.
La idea primaria es desdoblar los comicios solo para gobernador y vice, que podrían ser para abril, e incluir las elecciones a convencionales constituyentes. Todo lo demás que vaya a octubre con los comicios nacionales, pero ahora resta saber si el Gobierno de La Rioja logrará al aval kirchnerista nacional.
Quintela tiene varios frentes abiertos con el kirchnerismo puro. Su hermana, Teresita, fue quien votó en contra de la Resolución 125 cuando era senadora y Cristina Fernández era Presidenta.
Y ahora se conoció también que Máximo Kirchner, previo a renunciar como presidente de la bancada de diputados Justicialista nacionales, había pedido a La Rioja que no votara por el acuerdo con el FMI. Por esas horas, Quintela no se despegaba del presidente Alberto Fernández.
Pero los tiempos han cambiado, ya que el Gobernador sabe que sin fondos puede lograr una reelección en abril u octubre, pero puede quedar solo como pagador de salarios para un nuevo período.
Por este motivo, le entrega parte del poder a Ismael Bordagaray, diputado provincial por Famatina en uso de licencia, que asumirá como flamante ministro de Transporte y Conectividad.
Hay que recordar que Bordagaray se instaló políticamente con las banderas del Famatina no se toca, muy lejos de lo que piensa Massa. Dentro del quintelismo no se digiere la jugada del mandamás riojano.
Más allá de eso, cree Quintela que con ese gesto a Massa se le abrirán las puertas por más fondos para su administración «gastadora», mientras que el ministro de Economía tiene previsto llegar este miércoles a La Rioja, según informó Bordagaray.
La semana que viene Quintela estará en Buenos Aires y Florencia López a cargo de la Gobernación.
El Gobierno de La Rioja se ha caracterizado en estos tres años por el manejo poco claro de los recursos públicos. Nadie sabe cuánto se gasta en la organización de eventos, aunque algunos funcionarios -que no están de acuerdo con esa política- hablan que se han destinado $2 mil millones en lo que va del año.
Una locura de dinero en una provincia con los sueldos más bajos del país, con mucha pobreza y con el llanto permanente en Buenos Aires por más recursos.
Mientras se discute sobre los fondos extras y la inserción massista al gobierno quintelista, el Justicialismo -manejado por Quintela- abre unidades básicas en los barrios para afrontar el proceso electoral; al tiempo que se producirá el desembarco de los ministros Juan Cabandié y Eduardo de Pedro.
Con las unidades básicas aparecen municipios paralelos para tratar de ganar terreno en la Capital y volver a las prácticas de la vieja política. Por lo cual, solo falta que se anuncie el año electoral, tras los dichos de Ernesto Pérez, quien lanzó la fórmula Quintela- Armando Molina por las dudas frente a una avanzada de Bordagaray, el hombre de Massa.