En septiembre, las 23 provincias argentinas y CABA exhibieron subas interanuales en
términos reales en materia de transferencias automáticas, con tasas de variación real que se movieron entre pisos de 0,2% (Misiones) y 5,1% (CABA).
En ese marco, La Rioja recibió más de $85 mil millones solo de coparticipación y $211 mil por habitante hasta el noveno mes del año, según la consultora Politikon Chaco.
La mayor suba de la ciudad autónoma de Buenos Aires se explica principalmente por efectos casi nulos de los débiles desempeños de las leyes especiales, ya que distrito solo participa de uno de sus componentes.

A su vez, el hecho de que las provincias del NEA se ubiquen en el fondo de la tabla responde al mayor impacto de la suba de ese IPC regional.
A su vez, el acumulado del año sostiene números positivos para los distritos, con tasas de variación real que se ubican entre el 7,7% (CABA) y el 5,6% (Buenos Aires).

Las asimetrías existentes en el esquema de reparto automáticos de fondos nacionales vigente se evidencian en el análisis per cápita de los mismos.
En septiembre, Tierra del Fuego, Catamarca y Formosa recibieron el equivalente a más de 30 mil pesos por habitante en concepto de transferencias automáticas de recursos nacionales; La
Pampa, La Rioja, San Luis, San Juan, Santa Cruz, Santiago de Estero, Chaco y Jujuy recibieron un equivalente de entre $ 20.000 y $ 29.999 por habitante.

Luego, Entre Ríos, Corrientes, Río Negro, Tucumán, Salta, Misiones, Neuquén, Santa Fe, Chubut, Córdoba y Mendoza captaron equivalentes de entre $ 10.000 y $ 19.999 por habitante, y finalmente, la provincia de Buenos Aires y CABA captaron menos de $ 10.000 por persona.

En el mes de septiembre 2022, las transferencias automáticas de recursos de origen nacional (coparticipación, leyes especiales y compensación del Consenso Fiscal) enviadas al consolidado de provincias y CABA totalizaron unos $ 598.928,6 millones, exhibiendo un incremento nominal del 87,9% respecto a igual mes del 2021, donde los envíos fueron por $ 318.670,1 millones.
Al descontar la inflación del período (estimando un alza del IPC de septiembre del 6,5%), la variación real mostró una suba del 2,4%, recuperándose de la caída observada en el mes previo, que había sido la primera en ocho meses.