El sitio Mendoza On Line tituló «El gobernador que no produce riqueza y escracha a jueces de la Corte». Con la firma del periodista Pedro Paulin en la que apuntó: «Ricardo Quintela recibe más dinero que las provincias que generan el mayor aporte a la torta nacional. El Gobierno triplicó las partidas asignadas pero aumenta la pobreza y la marginalidad. El ránking que incomoda al gobernador y el factor Alberto, que está al tanto de la realidad del lugar».

La estrategia no es nueva, se hizo en la Alemania nazi, en la rusia stalinista y en el segundo Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner allá por 2011, se escrachan periodistas, opositores, jueces, cualquiera que no esté alineado con la mirada oficial y se lo persigue con todo el aparato de propaganda. Quintela no tiene mucho para ofrecer, su provincia es deficitaria siendo profundamente rica, y para peor, Alberto Fernández desde el Gobierno nacional le manda literalmente miles de millones por año que nadie sabe dónde están.
Así está La Rioja hoy, con la novedad de agregar el escrache como metodología en la puerta de la casa de la gobernación, un desprecio por la democracia pocas veces visto de 1983 a la fecha. Eso es Quintela y Alberto Fernández está al tanto del desfalco que se vive en la provincia. Días atrás recibió los números y prometió estudiarlos para tomar una decisión en un año electoral en el que saben que La Rioja aporta pocos votos y exige demasiados recursos. Cuelgan las fotos gigantes de jueces de la Corte Suprema con supuestas mini bio con datos erráticos de cada integrante del Máximo Tribunal.
Los números no son opinables: La Rioja fue la provincia que más asistencia financiera recibió en 10 meses en 2022, luego de Buenos Aires, pero el aporte al PIB exhibe su incapacidad, mientras los bonaerenses aportan casi el 40% de la torta nacional, la rica provincia de La Rioja sólo el 1%. El economista y divulgador Diego Molina Gómez lo explica mes a mes y ya es un referente de la zona.
Quintela exhibe récords que son difíciles de empardar con cifras nunca vistas de transferencias imposibles de entender. Apenas 354% de aumento tuvieron los fondos coparticipables y extracoparticipables que recibió Quintela durante los años de Alberto Fernández. Pasó de 92.349 pesos por habitante en 2019 a 423.233 en 2022 pero aumentando la pobreza y la marginalidad. Se instala una pregunta que ronda la cabeza de varios hace tiempo: ¿dónde está el dinero?
Para peor, un estudio reciente de la Cepal la puso en el ránking de las menos crecidas desde 2004 en relación a su PIB. A Santiago del Estero que creció un 94% le siguió Chaco, con el 63%; Tierra del Fuego, con 62%; Tucumán y Jujuy, con 60%; Corrientes, con 58% y Formosa con el 57%. En el podio de las menos crecidas entonces Córdoba (54%), San Juan (53%), La Pampa (53%), Entre Ríos (52%), Salta (48%), Misiones (44%), Buenos Aires (41%) y Río Negro (40%), que se ubicaron por encima del crecimiento promedio a nivel nacional, del 39%. San Luis y Santa Fe sólo el 33%; la Ciudad de Buenos Aires, del 32%; Neuquén, del 28%; La Rioja, del 27%; Chubut, del 19%, Mendoza, del 18% y, por último, Santa Cruz con el 11%. Datos que matan relatos de un peronismo que fracasa hace tiempo con escasos buenos dirigentes.
Y peor aún, Quintela busca expandir aún más el gasto público que hoy ya está presente en el 86% de los riojanos. Quiere una renta universal sin producir. “No va a haber ciudadano en esta provincia que no tenga un ingreso garantizado por el Estado provincial”, dijo días atrás Quintela, y aclaró que en la renta universal básica van a estar incluidos los “más vulnerables, sin empleo, alimentación, educación y salud”, ya que esos temas que “los tomamos como prioritarios, y son el corazón de nuestra gestión”.