Tratará de «vender» que es una estrategia nacional. Beder Herrera lo había aconsejado a Quintela que desdoblara, pero el gobernador no estaba convencido. El quintelismo puede seguir, pero octubre la tendrá muy complicada con los cargos nacionales
Luis Beder Herrera le había dicho a Ricardo Quintela, como así también a Armando Molina, que el Gobierno desdoblara las elecciones provinciales. Es una vieja moda del peronismo gobernante. El gobernador no estaba convencido y por eso, el mismísimo jefe de Gabinete, Juan Luna Corzo, había dicho que los comicios se realizarían en octubre.
Pero el humor social manda y para el segundo semestre el país estará muy complicado con la política económica que lleva adelante el ministro de Economía, Sergio Massa. Es una bomba de tiempo, ya que es un volcán las deudas en pesos y en dólares que tiene que afrontar el país.

Antes de oficializar la decisión, Quintela anunció en diciembre un aumento salarial para ser cobrado en el febrero chayero y además aprobó un gasto superior a los $3 mil millones para las fiestas populares, con el fin de contrarrestar el mal humor de los riojanos. Ya se sabrá si lo consiguió.
Luego dio a conocer que el 7 de mayo serán las elecciones para todos los estamentos, incluídos los convencionales constituyentes. Habrá un gasto electoral de $5 mil millones a $7 mil millones para reformar también la constitución provincial.
Beder Herrera es el consejero de Quintela, a través del secretario general de la Gobernación, Armando Molina. El Gobierno es la continuidad viva de las políticas bederistas, ya sea en obras públicas, como así también con las SAPEM.

Quintela no pudo dividir las elecciones locales, como se había imaginado el quintelismo fanático, con el propósito de digitar las candidaturas departamentales. Seguramente será noticia nacional la cantidad de candidatos sobre la población, número dado a conocer por el censo del Indec.
Lo que busca el Gobierno es que haya menos días de campaña y muchas horas de fiesta. El famoso Plan Circo sin Pan. Así provocar que los riojanos se olviden que los sueldos no les alcanza y que todos los días los comestibles aumentan. Febrero será copado por las chayas y marzo por el inicio de clases para llegar a abril para hablar de propuestas, muchas de ellas conocidas mediante el sistema del populismo.
Así se juega el quintelismo a salvar los propios «trapos» más allá que se buscará instalar que es la gran estrategia riojana cuando la provincia equivale el 0,8% electoral a nivel nacional. Es más, por el Indec, hoy debería tener solo dos de los cinco diputados nacionales.
Ya en octubre es otra cosa porque la política de las grandes ligas jugará debido que se elige presidente con senadores y diputados nacionales. Hoy el kirchnerismo (como sello) está muy mal en La Rioja y quizás eso también llevó a dejar el primer criterio para aplicar las famosas frases «que el último apague la luz» o «salvesé quién pueda».