El sitio Mendoza On Line tituló una nota «El gobernador que sale a repartir billetes manejando su 4×4». Con la firma de Pedro Paulin, informó: «Ricardo Quintela gobierna La Rioja sin prácticas democráticas. Casi 9 de 10 riojanos cobran alguna asistencia del Estado. La sobrina es la titular del máximo tribunal de Justicia. No hay sector privado y lo que queda se está yendo».

Al gobernador Ricardo Quintela no le importa que se note. Crea empresas estatales deficitarias, compra unidades de colectivo para las empresas del Estado sin licitación, pone a su sobrina como presidente del máximo tribunal de Justicia y no tiene un fallo en contra, maneja 30 de 36 diputados de la cámara provincial y recorta fondos si la vicegobernadora, Florencia López, falta a un acto o desobedece un pedido, su jefe de Gabinete pide poner «platita fuerte a los medios» antes de cada elección, eso es La Rioja hoy.
Así se maneja el poder, con mano de bronce, en La Rioja. Ricardo Quintela, discípulo de Luis Beder Herrera, creó un sistema más profundamente corrupto que su antecesor, y ahora que la pobreza crece y la inflación se come las cifras de los planes, inventa «quincenitas» como le llama al refuerzo del Estado, o sencillamente reparte plata en efectivo.
El candidato a gobernador por Juntos por el Cambio, Felipe Álvarez, fue el primero en salir a condenar la práctica: “Genera mucha bronca y tristeza por La Rioja, es una costumbre que indigna, esa imagen duele porque muchos riojanos son rehenes de la pobreza y el clientelismo a los que los condena el Gobierno». Y agregó: “no me representa en nada, ni a mí, ni a miles de riojanos”.
Las colas los fines de semana son frecuentes: los riojanos van con su boleta de luz, un puntero de Quintela ve el monto, se lo da y se retira. En la casa de Quintela, dicen, hay unos fajos de efectivo, y la secuencia es siempre la misma. Suena el timbre, se escucha un pedido de limosna, sale la empleada doméstica, el «cadete» como llaman al secretario de la Gobernación, Armando Molina, o el propio gobernador y le da quinientos o mil pesos y se van. Así es el sistema aceitado desde que Quintela era intendente, quince años atrás.
Ahora la foto publicada por el diario La Nación muestra sonriente al gobernador con dos mil pesos en su mano sin bajarse de su camioneta 4×4. Abajo esperan dos personas sonrientes en un escenario perverso de pobreza y clientelismo que obliga a muchos riojanos a aceptar esas condiciones para sobrevivir.
El experto economista Diego Molina Gómez analiza el gasto provincial de Ricardo Quintela, lo que exhibe una pregunta tan sencilla como peligrosa para el sistema político local: ¿dónde está la plata?
Cuenta Molina Gómez que «un enfermero, en La Rioja, recibía un salario de $80.598 en diciembre de 2021, en diciembre de 2022 recibió $139.603, la variación anual fue de 73,2%, perdió en la mayoría de los rubros». Y agrega: «La Rioja ocupó en 2022 y 2021 el segundo lugar en recursos coparticipables y extra coparticipables, por habitante, la variación porcentual del periodo 2019-2022 fue la mas alta, superando en más de 50 puntos porcentuales a la inflación, estimada en 299.71%».
El periodista Eduardo German, de los pocos independientes que quedan en la provincia, ha sido blanco de críticas y amenazas por parte del quintelismo en base a sus comentarios. Una de sus últimas investigaciones exhibió que el 86% de los riojanos recibe algún tipo de ayuda, plan, algo del Estado.